EN UN PAIS MULTICULOR. Plagado de impresentables
Mikel N. Navarro
En el artículo extraído de libertad digital sobre el apoyo incondicional de los artistas españoles a Zapatero queda de manifiesto hasta donde llega la cara tan dura y el indigno papel que juegan algunos en este País. Estas son las dos varas de medir que utiliza a menudo la izquierda para mediar en el circo político y mediático, siempre con el objetivo de sacar tajada, jugar con ventaja y arrimar el ascua a su sardina. Así nos va. La iglesia no tiene derecho a opinar, porque al parecer sus estamentos no están formados por personas, por seres humanos. Sin embargo los artistas, que también representan a un elevado número de seguidores, sí pueden decantar y pedir el voto para un determinado partido político. No me sorprende porque esa es la libertad de expresión que ha defendido siempre la izquierda de este País. La libertad de expresión siempre que ésta juegue a mi favor.
Está claro que este es un país de izquierdas y que me parece bien que cada cual pida el voto para quien más le guste o convenga. Sin embargo es absolutamente impresentable que para ello se recurra al insulto y descalificación del contrario. Sobre todo si viene desde el gremio de artistas que tanto presumen de lenguaje, cultura, formas y glamour. ¡No tienen cuento!
Hace tiempo que perdí el respeto hacia el gremio de artistas españoles, lo reconozco. concretamente desde los Premios Goya de aquel año en el que todos se pusieron la pegatina contra la guerra de Irak y al año siguiente no tuvieron los testículos necesarios para colgarse la de apoyo a las víctimas y en contra de ETA.
Yo no soy nadie. Apenas un periodistiquillo de pueblo. Pero puestos a pedir, si arranco algún seguidor, pido el voto para el Partido Popular. Lo pido aunque solo sea por ver la cara de estos impresentables, si perdiera ZP las elecciones y se quedaran sin su plato de lentejas, el famosos canon. No caerá esa breva.
En el artículo extraído de libertad digital sobre el apoyo incondicional de los artistas españoles a Zapatero queda de manifiesto hasta donde llega la cara tan dura y el indigno papel que juegan algunos en este País. Estas son las dos varas de medir que utiliza a menudo la izquierda para mediar en el circo político y mediático, siempre con el objetivo de sacar tajada, jugar con ventaja y arrimar el ascua a su sardina. Así nos va. La iglesia no tiene derecho a opinar, porque al parecer sus estamentos no están formados por personas, por seres humanos. Sin embargo los artistas, que también representan a un elevado número de seguidores, sí pueden decantar y pedir el voto para un determinado partido político. No me sorprende porque esa es la libertad de expresión que ha defendido siempre la izquierda de este País. La libertad de expresión siempre que ésta juegue a mi favor.
Está claro que este es un país de izquierdas y que me parece bien que cada cual pida el voto para quien más le guste o convenga. Sin embargo es absolutamente impresentable que para ello se recurra al insulto y descalificación del contrario. Sobre todo si viene desde el gremio de artistas que tanto presumen de lenguaje, cultura, formas y glamour. ¡No tienen cuento!
Hace tiempo que perdí el respeto hacia el gremio de artistas españoles, lo reconozco. concretamente desde los Premios Goya de aquel año en el que todos se pusieron la pegatina contra la guerra de Irak y al año siguiente no tuvieron los testículos necesarios para colgarse la de apoyo a las víctimas y en contra de ETA.
Yo no soy nadie. Apenas un periodistiquillo de pueblo. Pero puestos a pedir, si arranco algún seguidor, pido el voto para el Partido Popular. Lo pido aunque solo sea por ver la cara de estos impresentables, si perdiera ZP las elecciones y se quedaran sin su plato de lentejas, el famosos canon. No caerá esa breva.
Comentarios
Lo de que, como ha dicho Pizarro, te insulten con tu proìo dinero es para fijarse muy bien qué película paga uno por ver o en que disco se gasta el dinero; de lo contrario, !hay que ser gilipollas!.