LAS COSAS QUE NO PUEDEN SER

En la vida hay cosas que no pueden ser de ninguna de las maneras. Cosas cotidianas que ciertas personas utilizan con el más absoluto de los descaros. Son actitudes, gestos, maneras y demás que no son tolerables y que se salen de los límites que marcan un mínimo de educación y de respeto. Mikel N. Navarro Un profesor de lengua, Don Inocencio, nunca olvidaré la calidad humana de este hombre pequeño en estatura pero enorme en pensamientos y en bondad; nos dijo en una clase que en este mundo lo más valioso es saber estar en cualquier situación. Un aspecto este que muy pocos consiguen. Nos decía Chencho, que así le gustaba que le llamáramos en clase, que Dios no se queda con nada de nadie pero que a veces las injusticias clamaban a las puertas del cielo. Este profesor, maestro donde los haya me enseñó los límites de mis propios derechos en defensa de los derechos de los demás y me advirtió de que el peor enemigo es aquel que en lugar de ganarse el pan con el sudor de su frente, se gana el pan con el sudor del de enfrente. Desde entonces hasta hoy, han pasado cerca de tres décadas, no he dejado de acordarme de Don Inocencio porque todo aquello que nos explicaba y que a veces creíamos que era un verdadero plomazo, se ha ido cumpliendo a lo largo de mi vida con una exactitud casi meridiana. Por eso quizá, a lo largo de estos años he procurado rodearme siempre en el terreno personal y laboral de personas que creen en estos mismos principios. Eso no me ha librado de decepcionantes excepciones, pero siempre he salido adelante. Ya saben lo que dice el dicho. Las amistades las elige uno, la familia y los conocidos, no.