LOS MICRÓFONOS ABIERTOS O LA MÁQUINA DE LA VERDAD
No es la primera vez que ocurre. siempre que algún micrófono postrero queda abierto a posta o por accidente, siempre cae algún pardillo. Si, esos que no saben callar ni debajo de agua y que suele quedar avergonzados cuando les llega la consciencia de lo dicho ante la audiencia. El caso es que esos micrófonos abiertos se han convertido a pesar de muchos en auténticas máquinas de la verdad.
Toda la vida en política y todavía no han aprendido a cerrar el pico. La casuística de los micros abiertos le ha hecho pasar ya vergüenza a más de uno pero nada, que no escarmientan. Recuerdo a Zapatero con su amigo Gabilondo admitiendo que le interesaba subir la crispación de la campaña electoral porque eso le beneficiaba o más de forma local al defensor del pueblo andaluz hablando pestes del partido popular en Vélez Málaga. La última metedura de pata, la de Rajoy, diciendo que el desfile de la parada militar con motivo de la fiesta nacional del 12 de octubre es un coñazo para él. Si, el mismo que el año pasado llamaba al más elevado de los patriotismos en tan señalado día. En fin que cuando un micrófono se queda abierta a nuestros políticos se les ve el plumero. Claro, siempre que ellos no sepan que el micro está abierto porque si no el discurso cambia radicalmente. ¿Se imaginan lo que diría Delgado Bonilla de Manuel Rincón a puerta cerrada? ¿O María Salomé de Salvador Marín?. Si se colocase un micro en los despachos estoy seguro que todos aprenderíamos de todos. de todos modos se me ocurre hacer un programa de televisión en VTV o canal 24, Velevisa o Electrovídeo con la famosa máquina de la verdad. ¿Se imaginan? Seguro que sacábamos a más de un político los colores, a más de un ciudadano de su engaño y a más de una tele de la crisis. Pero eso es harina de otro costal. Hablaremos de ello, pero a micro cerrado.
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