CUIDADO CON LAS LETRAS DE CARNAVAL

Soy un enamorado de la música, lo admito. Me gusta cualquier estilo, siempre que sea calidad. Desde la música clásica hasta el callejero rap, si es bueno me gusta y me llena el alma y el corazón. Digo esto porque nos hemos encontrado en esta semana de carnaval con un asunto sin precedentes en Torrox, donde unas letras carnavalescas han desatado la polémica política en esta localidad de la Axarquía.

Mikel N. Navarro

No se quién asesora a la primera mandataria torroxeña de IU, Antonia Claros. Tampoco estoy seguro de que sus compañeros de viaje en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Torrox estuvieran al tanto del comunicado que la alcaldesa comunista iba a hacer público. El caso es que de algo tan baladí como la letra de una agrupación carnavalera se ha convertido en noticia y polémica para dar y tomar. Dice el refrán que unos por otros y la casa sin barrer. Si, Recuerdo a cierto político que me confesó una vez lo enfadado que estaba por la letra que le había sacado una comparsa en Vélez-Málaga. Como nos unía y nos une una relación de amistad, me preguntó qué podía hacer para contrarrestar aquel mensaje. Yo le dije que era muy fácil. En primer lugar para no oírlo, debía no asistir a la actuación y que no había nada que contrarrestar porque una letra de carnaval es sólo eso, una letra de carnaval. Mi madre, una de las personas más sabias que he conocido, solía decirme que  no hay mayor desprecio que no hacer aprecio.

Las letras censuradas desde el gobierno municipal de Torrox dicen entre otras lindezas refiriéndose al cuatripartito torroxeño compuesto por IU, PSA, PIU, PP, «pandilla de sinvergüenzas», «banda de mangantes», o «que yo me cague en las castas del concejal». Para el gobierno municipal esto no es humor, pero claro es que el humor no es igual para todo el mundo. Conozco a más de uno que si le habrá gustado la letra y que se habrá reído a mandíbula abierta.

Antonia Claros, se equivoca gravemente al censurar en comunicado oficial la letra de esta agrupación de carnaval. Se equivoca al darle la importancia que no tiene y convertir un hecho puramente festivo en una cuestión de estado. Si la intención de la alcaldesa era que esas letras no tuvieran repercusión pública, con su equivocada decisión ha logrado todo lo contrario. Se equivoca al mostrar un aspecto censurador por parte de quienes están obligados a garantizar la libertad de expresión, aunque no les guste. Y se equivoca por su falta de responsabilidad al frente de un equipo de gobierno, ya que su decisión ha puesto en evidencia a sus compañeros de viaje, que se verán ahora en la tesitura de cerrar filas entorno a su alcaldesa o reprocharle públicamente su poco acertada decisión. Como dirían en Cádiz, "menudo batinaso ha dao la alcaldesa picha".