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Hace cinco años, en el 2006 publiqué un editorial en el número cero de la revista E´quipo haciendo referencia a Francisco Mariano Nipho, considerado por muchos el padre del periodismo español. Hoy he querido en esta entrada recordarlo de nuevo por lo curioso de los conceptos que tenía de esta profesión, por el placer de viajar en el tiempo hasta el siglo XVIII y por romper una lanza a favor de la prensa escrita.

 

Mikel N. Navarro

Francisco Sebastián Manuel Mariano Nipho y Cagigal, que así se llamaba nuestro personaje, nació en Alcañiz, Teruel en 1719 y fue durante la época del gobierno de Carlos III cuando se consagró como el fundador del periodismo moderno y de hecho fue el primer periodista profesional reconocido. Hay quien defiende otras teorías al respecto, pero yo no voy a entrar en debates estériles.

Primer artículo del Diario Noticioso del año 1758

Nipho estaba convencido de que la cultura debía ser un bien común y al alcance de todos. Por ello pensaba que los libros no eran las herramientas adecuadas para acercar esa cultura al mayor número posible de ciudadanos. Sin embargo el periódico si podía realizar ese cometido, era asequible, ágil y vivo. Nipho fundó muchos periódicos a lo largo de su vida que dirigió bajo diferentes seudónimos. Uno de estos periódicos fue el Diario Noticioso que se convertiría más tarde en el Diario de Madrid creado por Nipho en 1758. Pero Nipho destacó sobre todo por sus conceptos visionarios del periodismo. Resaltó la faceta artística y de responsabilidad social de la profesión periodística y fue una persona muy influyente en el agitado panorama intelectual del Madrid de la Ilustración. Fue el primero también en reconocer públicamente lo comprometedora y mal pagada que era esta profesión. Se sorprendería al comprobar que eso sigue estando vigente tres siglos después. Nipho fue un hombre también muy controvertido, injuriado y menospreciado por muchos mientras vivió. Esto suele ser también el pan de cada día para los que nos dedicamos a la comunicación.

¿Se imaginan qué pensaría nuestro personaje si viera hoy cómo han evolucionado los periódicos? ¿Cómo reaccionaría ante los programas de radio y televisión? ¿Se aventuraría a hacer una versión digital de su Diario Noticioso? ¿Escribiría su propio Blog? No lo se. En estos tiempos que corren, en los que Internet y las redes sociales arrasan sin oposición, los expertos auguran una desaparición paulatina del periódico impreso. Parece que su evolución al mundo digital es imparable y que sólo unos pocos románticos empedernidos seguirán manchándose las manos de tinta. Me considero uno de esos románticos y pienso que ambas opciones pueden convivir. El café de la mañana no sería igual sin ojear El País, El Mundo, El ABC o El Sur, La Opinión de Málaga o el Diario de la Axarquía. Todos ellos tienen su edición online pero no hay nada como pasar las hojas ayudándote del dedo índice previamente humedecido. Nipho seguro que pensaría así, aunque claro, él tampoco conoció tantos adelantos.