NADA ES LO QUE PARECE

Es cierto que estamos acostumbrados a dar más crédito a las palabras que a las intenciones. Todo cuanto sucede a nuestro alrededor está tan manipulado y mediatizado que es imposible tener una noción certera de la actualidad si no tenemos la sana costumbre de seguir varios medios de comunicación al mismo tiempo. Sólo teniendo la versión de al menos dos de las vertientes políticas de la noticia, tendremos alguna posibilidad de sacar una conclusión más acertada.

Mikel N. Navarro

Es increíble la falta de profesionales que sufre el gremio de asesores políticos entre nuestros mandatarios. No me refiero que los existentes no sean profesionales, nada más lejos de mi intención. Lo que quiero decir es que muy pocos de nuestros mandatarios cuentan con uno de estos asesores. Es la única explicación que se me ocurre para justificar anuncios de perogrullo como el que hizo el otro día mi amigo José Pérez, candidato a la alcaldía del Ayuntamiento de Torrox por el PSA. El que fuera alcalde de esta localidad con IUCA desbancando al histórico Ildefonso Mateos, no tuvo otra ocurrencia que decir públicamente que dimitirá de su cargo si no cumple con el programa electoral que presenta con el PSA. Nada es lo que parece. No crean que José Pérez peca de torpeza. Muy al contrario, lo que ocurre es que necesita paliar las carencias mediáticas de su partido, con comunicados más o menos llamativos. El problema es que quizá eso, como en esta ocasión, no consigue el efecto deseado entre el electorado. 

 

Clara Campoamor



Nada es lo que parece en La Viñuela, donde los desmanes urbanísticos consentidos por la Junta de Andalucía, se cobraban su propio mártir en la figura de su ya ex-alcalde Juan Millán. Lo que no cuentan los responsables provinciales del PSOE en Diputación y en la Junta es que el Ayuntamiento de La Viñuela lleva décadas intentando conseguir un Plan General de Ordenación Urbana que ponga pie en pared en la vorágine del ladrillo y que siempre han obtenido el silencio por respuesta. En el pueblo se comenta por los bares que a Millán no lo han condenado los jueces sino sus propios compañeros socialistas.

Nada es lo que parece. Y no suele serlo porque quien vende una u otra versión tiene intereses a los que se debe. La ignorancia también tiene mucho que ver. Quizá fue esto lo que le pasó a Bibiana Aldo siendo ministra de igualdad, cuando puso como ejemplo de las políticas de izquierda en la defensa de los derechos de la mujer a Clara Campoamor, quien consiguiera el derecho a voto de la mujer durante la segunda república. Lo que no contó Aído, seguramente por su ignorancia o falta de memoria histórica es que el voto femenino fue aprobado contra los votos de la izquierda. De hecho, de las tres mujeres con escaño en las Cortes de 1931 se opusieron dos: la radical-socialista Victoria Kent y la socialista Margarita Nelken. Pero no crean, nada es lo que parece, la derecha votó a favor porque en esa época, tanto la izquierda como la derecha creían que el voto femenino perjudicaba a la República. Es más, tras aquello terminó la carrera política de Campoamor ya que la izquierda culpó al voto femenino de la pérdida del gobierno por la coalición republicano socialista. Como digo nada es lo que parece.