RÉQUIEM EN ALCAUCÍN POR LA MUERTE DE UN HOMBRE TRANQUILO


Tras los desagradables acontecimientos acaecidos en Alcaucín al destaparse el caso Arcos, que llevó a prisión al entonces alcalde socialista de la localidad; contra todo pronóstico el independiente pero candidato andalucista a la alcaldía alcaucineña, Guillermo Pérez, se convertía en el nuevo alcalde de Alcaucín. Su fallecimiento a causa de un cáncer ha conmocionado a su pueblo y ha dejado huérfana la candidatura andalucista. Mis más sinceras condolencias a la familia y al Partido Andalucista.










Mikel N. Navarro





La primera vez que me entrevisté con Guillermo Pérez fue en el despacho de la Alcaldía de Alcaucín. Habían pasado varias semanas desde que se convirtiera en el primer edil de la localidad con el voto de una de las concejalas del Partido Socialista. Le vi sereno, con la inseguridad propia del que aún no se ha codeado demasiado con los medios de comunicación, pero correcto y convencido de lo que declaraba. Cuando le pregunté cual iba a ser su primer objetivo al frente de la alcaldía no me habló de crisis, ni de paro, ni hizo en ningún momento referencia a su antecesor. Me miró, entrelazó los dedos entre las manos y me dijo "Mikel mi único objetivo en este momento es garantizar que haya tranquilidad en mi pueblo, que Alcaucín vuelva a la normalidad y que no exista ningún tipo de enfrentamiento"
Guillermo Pérez en una fotografía de Juanjo Zayas

Con la muerte de Guillermo Pérez, Alcaucín ha perdido a un buen hombre y el Partido Andalucista a un político insustituible. Pero en las tragedias también suelen aflorar grandes detalles, aparecen los gestos humanos y hasta en política, a pesar del momento electoral, puede prevalecer la cordura y el sentido común. En este orden de cosas  hay que destacar la decisión del Partido Socialista y de Los Verdes de Alcaucín de suspender la campaña electoral, haciendo gala de un comportamiento ejemplar. Una decisión que deberían seguir el resto de las formaciones políticas que se presentan en la localidad. Pienso que seguir haciendo campaña después de un acontecimiento luctuoso como el acaecido en Alcaucín sería tan grotesco como contraproducente.

El repentino fallecimiento de Guillermo Pérez debe servir también para que los ciudadanos y los candidatos del municipio de Alcaucín reflexionen. El ejercicio de la condolencia no puede quedar sólo en el obligado pésame a la familia y a los compañeros de partido del fallecido. Ese ejercicio debe trasladarse de forma inmediata a la misma vida política de Alcaucín. Creo que el mejor homenaje que los alcaucineños pueden dar a este hombre tranquilo que fue Guillermo Pérez, es sanear el espacio político municipal. Esa es una labor de todos los ciudadanos y de todas las candidaturas que se presentan a estas elecciones locales, bueno de todas menos una. Decía hace poco en otra entrada que en Alcaucín es necesario ya separar el trigo de la cizaña, pues bien, esa es la gran responsabilidad que los ciudadanos de Alcaucín tendrán que ejercer cuando el domingo depositen su voto en las urnas y la obligación moral de los políticos de la localidad que deberán impedir cualquier tipo de gobierno integrado por quienes quisieron ganarse el pan con el sudor del de enfrente. Si los ciudadanos y los políticos de bien en Alcaucín no son capaces de asumir esta responsabilidad se estarán engañando a sí mismos y obtendrán la triste confirmación de que la muerte también puede consistir en ir perdiendo la costumbre de vivir.




  



Comentarios

Mikel N. Navarro ha dicho que…
NOTA ACLARATORIA

Ante el revuelo que parece haber provocado este artículo, sobre todo por el párrafo en el que se hace referencia a la suspensión de la campaña electoral en Alcaucín por parte del PSOE, tengo que aclarar que tanto el PP como el PA también suspendieron la campaña en el mismo momento en que se conoció el triste fallecimiento del candidato del PA, siendo además propulsores de esta medida que han respetado las tres formaciones políticas citadas más la candidatura de Los Verdes de Alcaucín.

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