APRENDER DE LA DERROTA ELECTORAL ES LA ASIGNATURA PENDIDENTE

Los resultados electorales en la capital de la Axarquía empiezan a cobrarse sus víctimas en forma de responsables políticos. Alguien tiene que pagar el pato. Claro que para que esto ocurra lo primero es reconocer la derrota. Algunos perdedores parecen haber ganado las elecciones pero también es cierto que hay muchos de los que han ganado que actúan como auténticos perdedores. Ya saben, en esta vida tan importante es saber perder como saber ganar.





Mikel N. Navarro



El presidente de los Estados Unidos de América asesinado a tiros en Dallas, John Fitzgeral Kennedy, inmortalizó aquella frase que venía a decir que la victoria tiene muchos padres mientras que la derrota siempre es huérfana. Tenía razón, sin embargo no lo asesinaron por eso. Es cierto que las derrotas electorales deben servir para hacer autocrítica pero incluso en algunas victorias no está demás reflexionar y buscar los errores. Que se lo pregunten a mi buen amigo José Miguel Fernández, del PSOE de Alcaucín, un incomprendido en su partido, sobre todo cuando se le ocurre invocar al "coco de la autocrítica". ¿A quié se le ocurre hombre?

En Vélez-Málaga, el Partido Socialista celebró el pasado viernes una asamblea extraordinaria para analizar los resultados electorales. Durante la misma presentó su dimisión el secretario de organización de esta formación política en Vélez, José Alarcón. Siempre es bueno asumir las responsabilidades ante la derrota. Se trata de algo muy loable. Sin embargo en el caso de Alarcón su compañera María Salomé Arroyo, se ha encargado de empañarle su decisión. Según la cabeza de lista del PSOE veleño su secretario de organización no se va por los malos resultados electorales sino por motivos personales. Suena a que Alarcón paga el pato sin que el partido asuma la derrota y sin hacer autocrítica. Claro que si el argumento es que estos malos resultados han sido para el PSOE el denominador común en toda España, poco se puede criticar en Vélez-Málaga desde dentro, lo que otros si vemos desde fuera. Deberían saber ya en la casa del pueblo de la capital de la Axarquía que de los errores hay que aprender y que los errores deben pagarse en política sin convertirse en algo personal. Por ejemplo: Desconozco quien o quienes fueron los encargados de elegir el lema de campaña. Si,  el del porcentaje cien por cien. Tampoco se quién escogió el rojo color de fondo de la cartelería electoral de la candidata socialista. No tengo ni idea de quienes son pero desde luego debería presentar su dimisión de forma inmediata. Que se lo pregunten a Alfredo Pérez Rubalcaba que se ha cargado de un plumazo el rojo de fondo en sus carteles y ha optado por un blanco impoluto y unas siglas pequeñitas donde destaca la falta del puño y la rosa mientras que reza en grande "RUBALCABA". Quizá con ello no consiga hacer olvidar al electorado ni la cal viva, ni el faisán, ni su desafortunada intervención de aquella jornada de reflexión tras los atentados del 11M pero si le desvinculará del lastre que supone para él que lo comparen con Zapatero. Ya saben, las comparaciones son odiosas y la  imagen fundamental. Nadie se percató de esto en Vélez-Málaga y eso que ellos, al contrario que sus adversarios del Partido Popular, no suelen dejar nada a la improvisación.


Al menos en el PSOE de Vélez existe cierta intención de enmendalla, aunque sólo sea de cara a la galería. Lo digo porque no parece ocurrir lo mismo en el seno del Grupo Independiente Promunicipio de Torre del Mar, donde su número tres en las pasadas elecciones, Jesús Pérez Atencia, ha irrumpido como un elefante en una cacharrería en el Diario de la Axarquía para poner pié en pared. Asumida o no la enorme derrota sufrida en Torre del Mar, Atencia exige ahora que se haga efectivo un hipotético compromiso preelectoral en el que, al parecer Manuel Rincón Granados y Antonio López Rosique dimitirían tras las elecciones para que corriera la lista. Un acuerdo entre comillas que vendría a renovar la imagen del grupo municipal independentista y beneficiaría al propio Jesús Atencia y a la hija de Antonio López Rosique que pasarían a ser concejales. Pero este compromiso electoral tiene visos de quedarse sólo en eso a juzgar por las reacciones desmentidoras del propio Rosique y Rincón. Lo llamativo de este rifirrafe es que se produzca directamente en el Diario de la Axarquía y no en el seno del grupo independiente torreño. Si difícil es encontrar dimisiones por responsabilidad en las derrotas electorales, dentro de la estructura jerárquica de los partidos grandes, imagino hasta que punto es imposible que esto ocurra en un partido de la estructura monoparental del GIPMTM. Quizá por eso Atencia haya pensado que la mejor forma de hacerse oir es hacerlo en voz alta. Sólo espero que no se convierta en grito porque Atencia sabe mejor que yo y que Jardiel Poncela que todo hombre que no tienen nada importante que decir suele expresarse a gritos.


 

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