TRETAS PARA CAMBIAR LAS REGLAS DEL JUEGO EN MANCOMUNIDAD

La Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Axarquía se ha convertido este verano en la estrella de la polémica en la comarca. Mientras el Partido Popular y el Partido Andalucista velan armas para poder dirigir la riendas del Ente Supramunicipal los próximos cuatros años, el Partido Socialista se resiste a abandonar su poltrona y acaba de interponer un recurso contencioso administrativo para dilatar el traspaso de poderes a populares y andalucistas. Una treta más en un intento desesperado por cambiar las reglas del juego. 

Mikel N. Navarro

Por darle un término futbolístico, los socialistas en Mancomunidad quieren ganar en los despachos lo que no han sido capaces de hacer en el terreno de juego. El trasfondo es claro. El grupo socialista en el Ente Supramunicipal con su presidente en funciones a la cabeza, José Jesús Domínguez Palma, quiere cambiar los estatutos de la institución porque de esta forma su grupo tendría más representantes que los populares y podrían seguir gobernando. Curioso estigma este si tenemos en cuenta que el PSOE ha ostentado la presidencia de Mancomunidad las dos últimas legislaturas y por tanto ha gobernado bajo esos mismos estatutos que ahora quieren cambiar. Claro que las circunstancias políticas en la comarca en este momento nada tienen que ver con las anteriores. Quizá por eso a Domínguez Palma se le vea últimamente con esa cara de circunstancias. Es lógico. Lo que no es lógico es que en democracia se pretenda cambiar las reglas del juego desde un gobierno en funciones, habiendo tenido los últimos ocho años para hacerlo. Peor aún, no es de recibo querer cambiar las reglas del juego en función de si me interesa o no para eternizarme en la poltrona.



Imagen de una Junta de la Mancomunidad de la Axarquía



Dudo mucho que un recurso contencioso administrativo basado en simple palabrería y pataleta barata pueda arrebatarle a los ciudadanos de la comarca su decisión soberana y mayoritaria expresada libremente en las urnas. Aún así los responsables del PP deberían estar muy atentos y reaccionar a tiempo y con mucha cautela. Nunca se sabe lo que puede ocurrir en política y aún menos si detrás de una treta de este calibre se encuentra el señor Domínguez Palma. Palma tiene un don. Es el único político de la comarca que yo recuerde que se ha presentado dos veces como candidato socialista a la alcaldía de Rincón de la Victoria siendo en ambas el único perdedor y aún así consiguió ser alcalde rinconero en su primera legislatura y presidente de Mancomunidad los últimos ocho años. Algunos dicen que es un hombre con suerte. Otros que recibió demasiado premio para tan poco bártulo. Yo creo, como decía mi madre que... "Fíate de Dios y no corras".

De todos modos si creo que al PSOE en la comarca le hace falta sentarse un minuto y meditar. Algunos buenos amigos dentro de esta formación política comparten conmigo que este tipo de actuaciones, queriendo dilatar en el tiempo lo inevitable, después de unos resultados electorales tan negativos, sólo crean en la ciudadanía más rechazo y más inquina. Un partido que siempre ha cuidado su imagen hasta la obsesión parece ilógico que presente ante la derrota su cara más esperpéntica, intentando a toda costa, en los despachos y no en el terreno de juego, arrebatar al contrario una victoria indiscutible. Una imagen lamentable y poco digna para un partido que pretende iniciar un proceso de renovación para resurgir de sus propias cenizas. En política hay que saber asumir cuando se gana y cuando se pierde. El problema es que cuando se está tan acostumbrado a ganar, la derrota se convierte en una losa demasiado pesada. Saramago decía que ni las victorias ni las derrotas son definitivas. Deberían aprender en el PSOE en Mancomunidad que los ciclos deben cumplirse y que lo peor de perder es creerse vencedor cuando uno es el derrotado, sobre todo por la cara de tonto que se te queda cuando no eres capaz de ganar ni en el terreno de juego ni en los despachos.