LA GUERRA DE LAS HAMBURGUESAS

No entiendo muy bien esa especie de manía que tienen algunos dirigentes locales de buscar cualquier excusa para convertirla en un enfrentamiento a muerte donde parece que la consigna sea la de que sólo puede quedar uno. El último enfrentamiento, por el momento, ha sido a consecuencia de la implantación en Vélez-Málaga del famoso Mcdonald`s. Que si lo he conseguido yo, que no que he sido yo... Un esperpento. De hecho ni a mi ni a la mayoría de los ciudadanos nos importa un pito quién ha propiciado esta inversión. Yo además puestos a elegir prefiero, si me lo permiten, las de la cometencia.

Mikel N. Navarro

En el año 1969 se produjo un episodio dentro de la guerra de Vietnam muy recordado. Fue una batalla que pasó a la historia y fue incluso llevada al cine. Esta batalla no fue importante por considerarse la más larga ni la más sangrienta; pero sí por ser una de las más inútiles. Vamos como si alguna guerra fuera útil. Hago referencia a esto porque aquella batalla se la conoció como la de la colina de la hamburguesa y fue tan inútil y estéril como la batalla que han mantenido estos días PSOE y PP en Vélez-Málaga a consecuencia de las hamburguesas.

Mi amigo Pepe Moreno lo definía perfectamente el jueves en su programa en Onda líder. "Señores nos da igual de donde vengan las inversiones". Yo añadiría además que cualquiera en su sano juicio sentiría vergüenza ajena de quienes son capaces de enzarzarse en una trifulca política por algo tan absurdo. Dicho de otro modo, me la trae al pairo, me la refanfinfla, me importa un pimiento, de esos que no suelen ir en las hamburguesas de los menús norteamericanos el artífice de que un Mcdonald`s se instale en la capital de la Axarquía. De hecho Rincón de la Victoria cuenta con uno desde hace varios años sin presumir de capitalidad comarcal. Pero es que me da igual incluso aunque el político de turno haya tenido que ir personalmente a los Estados Unidos de América a negociar personalmente esta inversión.

Parafraseando a Nietzsche, deberían saber ya desde el PSOE y desde el PP veleño que las guerras vuelven estúpidos a los vencedores y rencorosos a los vencidos. En el descargo de ambas formaciones políticas hay que decir que esta guerra ha sido sólo dialéctica y las palabras aunque hieran nunca matan, salvo que sea de aburrimiento. Ese es precisamente el efecto final de las disputas de populares y socialistas en Vélez-Málaga, el aburrimiento colectivo que producen. Lamentablemente ese no es un mal exclusivamente local ya que tiene su reflejo en las continuas y cansinas diferencias que muestran ambas fuerzas políticas en el ámbito de la provincia, de nuestra comunidad autónoma y del resto del país.

Pero si la postura de los citados lumbreras es absurda y criticable, no menos absurda es la que se han vertido desde algunos sectores de la sociedad veleña criticando el perjuicio que el citado establecimiento va a suponer en la zona. Hay quien ha utilizado lo de la comida insana y el colesterol para arremeter contra esta inversión. Personalmente y aún prefiriendo los menús de la competencia tengo que asumir también que tal y como están las cosas, bienvenido sea mister Marshall si viene a invertir aunque reconozco que la bondad es la única inversión que nunca quiebra. Claro que la bondad no es precisamente el denominador común de quienes alimentan la confrontación por ridícula que esta sea.