GONZÁLEZ ENTRA EN LA CAMPAÑA COMO UN ELEFANTE EN UNA CACHARRERÍA
Mikel N. Navarro
Cuando el diablo no sabe qué hacer, con el rabo mata moscas. Debía estár el Sr. González aburrido y sin saber muy bien a qué dedicarse, los bonsais quizá ya no le llenan tanto, que decidió entrar en campaña electoral. Como elefante en cacharrería se dedicó a insultar a diestro que no a siniestro y llamó inbécil a Rajoy y otras lindezas a Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos. A la derecha podéis pinchar en los enlaces de El Mundo o Libertad digital para ver la noticia.
El expresidente, abanderado del gobierno más corrupto que ha tenido la democracia de este País, se permite el lujo de sentar cátedra de lo absurdo en una intervención electoral desafortunada y que le define a la perfección. Debería ser más prudente el Sr. González que tiene mucho que callar y, desde luego, muy poco que aconsejar. Muy nerviosos e inseguros deben estar los socialistas cuando recurren a este tipo de incontinencia verbal barriobajera que ya no solo arremete contra el adversario político, sino que ponen en la diana también a los periodistas que no opinan igual que ellos. Esta es la democracia y la libertad de expresión de la izquierda socialista. Cualquiera que no opine como yo es mi enemigo. Una vez más queda al descubierto la catadura moral de esta gente. De nuevo se quitan la careta del talante y aparecen sus verdaderos caretos. Ya se lo dijeron un día y se convirtió casi en un lema. Hoy es lo único que se le puede decir a este señor. ¿Por qué no se va ya de una vez Sr. González?
El expresidente, abanderado del gobierno más corrupto que ha tenido la democracia de este País, se permite el lujo de sentar cátedra de lo absurdo en una intervención electoral desafortunada y que le define a la perfección. Debería ser más prudente el Sr. González que tiene mucho que callar y, desde luego, muy poco que aconsejar. Muy nerviosos e inseguros deben estar los socialistas cuando recurren a este tipo de incontinencia verbal barriobajera que ya no solo arremete contra el adversario político, sino que ponen en la diana también a los periodistas que no opinan igual que ellos. Esta es la democracia y la libertad de expresión de la izquierda socialista. Cualquiera que no opine como yo es mi enemigo. Una vez más queda al descubierto la catadura moral de esta gente. De nuevo se quitan la careta del talante y aparecen sus verdaderos caretos. Ya se lo dijeron un día y se convirtió casi en un lema. Hoy es lo único que se le puede decir a este señor. ¿Por qué no se va ya de una vez Sr. González?
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