LAS TRAGADERAS DE UN BUEN TORREÑO

El pasado mes de febrero cuando planteaba en una entrada de este blog que el Grupo Independiente Promunicipio de Torre del Mar tenía que renovarse y dejar paso a savia nueva y aire fresco, mi amigo Juan José Morales me contestaba que ese aire fresco no podía ser Toñín, refiriéndose a Antonio López Rosique. Apenas un mes después el otras veces menospreciado desde el GIPMTM se ha convertido en el mejor candidato posible de esta formación política según Manuel Rincón. Como he dicho hoy en el facebook de Megustas FM, emulando una cita atribuida a Groucho Marx, "disculpen que no me levante".

Mikel N. Navarro

No voy a dedicarle ni tiempo ni tinta a esta noticia que parece haber convulsionado el día informativo en la capital de la Axarquía. No me ha sorprendido porque ya anoche de madrugada, me adelantaba un miembro del Grupo Torreño que Antonio López Rosique iba a ir de número uno por el GIPMTM, con lo cual la sorpresa la viví anoche y no esta mañana. 

Antonio López Rosique

Dicho esto sólo quiero tener desde aquí palabras de afecto y apoyo hacia la figura de Antonio López Rosique, a quien considero un buen hombre, un buen amigo y un gran torreño, preocupado siempre por sus vecinos y por su Torre del Mar. El mero hecho de que haya decidido cambiar de opción política no va a cambiar ni un ápice mi opinión sobre una persona que me ha demostrado siempre su rectitud y su honestidad. Quizá la clave del asunto sea la honestidad de Antonio y sus enormes tragaderas. Esas tragaderas que ha demostrado tener hoy y que va a necesitar en un futuro, le han permitido inmortalizar su propia imagen junto a la de Manuel Rincón, en una foto para enmarcar, como números uno y dos de la candidatura independentista torreña.

Muy importantes y de peso han debido ser los argumentos que han llevado a Antonio a olvidar los insultos, las críticas desmedidas, las burlas, las vejaciones y el menosprecio recibido desde la formación política que ahora va a encabezar como candidato a la alcaldía de Vélez-Málaga, como para aceptar esta enorme responsabilidad. Por ello sólo puedo desearle suerte al candidato y toda la paciencia del mundo porque seguro que la va a necesitar, lo sé porque conozco cuánto le mueve y le duele su sentimiento por Torre del Mar. Pero Antonio debería saber también que con los sentimientos hay que ser mesurado y prudente porque, como decía el escritor Mariano José de Larra, el sentimiento es una flor delicada, manosearla es marchitarla.