DISPARAR CON PÓLVORA AJENA

No existe mayor despropósito en la vida pública que la irresponsabilidad o la desvergüenza política de hacer pagar a la administración los errores propios o los empecinamientos desmedidos.

Mikel N. Navarro

El Exalcalde de Vélez Málaga se enfrenta en estos días en el juzgado nº 9 de lo penal de la Audiencia Provincial, a una querella por presunta prevaricación al no atender las demandas de mejora salarial de una funcionaria del Cuerpo Nacional del Estado, a pesar de los informes favorables de los técnicos, que daban la razón a la trabajadora municipal. La historia y el trasfondo de semejante majadería, tiene mucho que ver con las desavenencias de Antonio Souvirón con el ex secretario general del consistorio veleño, Antonio Ramón Rueda. Yo desde luego no voy a entrar en quién tiene o no la razón en este asunto, aunque estoy convencido de que mal hace un político en empeñarse y despeñarse desde los riscos más altos de su cargo, cuando nada tiene que ganar y los informes le delatan. Claro que también es cierto que poco tiene que perder quien dispara con pólvora ajena porque, según se ha sabido, las costas del juicio, ocurra lo que ocurra, las pagará el ayuntamiento. O lo que es lo mismo, lo pagaremos entre todos los ciudadanos de Vélez Málaga.

Como político de talla, Antonio Souvirón, es un personaje público con la suficiente experiencia como para saber que el mundo en el que se mueve pasa factura a las mínimas de cambio. Que en política no sólo hay que ser honrado sino que además hay que parecerlo. Me sorprende por tanto ver al exmandatario veleño entrando en los juzgados con una sonrisa de oreja a oreja como si tal cosa. Quizá esté tan seguro de su inocencia que la situación le provoca risa. Muy pronto veremos el coste de esta cabezonería absurda. A mi el mero hecho de su comparecencia y la posibilidad de que tengamos que pagar las costas entre todos, a escote, me deja cara de póquer.