EN EL BALONCESTO COMO EN LA VIDA, EL TIEMPO PONE A CADA CUAL EN EL SITIO QUE MERECE
Tras tantos dimes y diretes, polémicas absurdas y opiniones inducidas, el baloncesto de la comarca sigue su cauce sin más. Es la lógica que prevalece por encima de intereses, localismos y paparruchas.
Mikel N. Navarro.
Vengo comentando lo mismo desde hace mucho tiempo. Lo he comentado con directivos del club Baloncesto Axarquía, con compañeros de los medios de comunicación de la Axarquía y de Málaga. Lo he debatido en alguna ocasión con responsables de Unicaja e incluso lo he repetido hasta la saciedad con ciertas personas radicalmente opuestas a que el Equipo del Clínicas Rincón Axarquía se fuese a Rincón de la Victoria. "La única salida era irse del municipio veleño".
Se que puede resultar muy doloroso para aquellos pocos que de verdad son aficionados a este bello deporte en Vélez, pero la realidad es que el equipo, los jugadores, el cuerpo técnico, la directiva y la mayoría de los aficionados y abonados del club estábamos cansados de no recibir el apoyo de nadie en el pabellón de Vélez. Ni apoyo económico, ni apoyo de asistencia al mismo. Sé que algún iluminado no ha tenido ni el más mínimo escrúpulo en culpar a esta directiva a la que pertenezco de no saber captar a la gente. Lo cierto es que la vez que más público entró al pabellón fue cuando organizamos el I Torneo Manuel Alcántara con Unicaja y Joventut y en esa ocasión no llegaron a las 1100 personas. Lo digo con conocimiento de causa porque soy responsable del control de acceso. En Rincón de la Victoria el primer día entraron más de 2000 personas, se hicieron una decena de abonados y se recaudaron cerca de 800 euros en rifas y sorteos.
¿Y saben qué? Lo que más me llamó la atención es que estuvieron muchos de nuestros abonados, por lo que aquellos que se quejaban de que no les habíamos consultado ya tienen una respuesta. La mejor que se puede dar. Asistiendo al nuevo pabellón. Y lo hicieron utilizando su propio transporte. Ni un solo aficionado de Vélez se inscribió para lo del autobús. Hasta la fecha de hoy ningún abonado ha solicitado su baja o la devolución del dinero. No sé realmente en que ha podido fracasar esta directiva, como dicen algunos lumbreras con marchamo de informador. Lo que sé, es que irnos a Rincón de la Victoria ha sido la mejor decisión deportiva que ha podido tomar el club. Un club nacido en Vélez pero con vocación comarcal. Y lo ha sido porque jamás en la historia reciente del Club, los jugadores han estado más arropados por su público. Vi gente el sábado de Rincón, de Nerja, de la Cala del Moral, de Málaga, de Torre del Mar, de Vélez Málaga, de Algarrobo, de Torrox, de Nerja e incluso un viejo amigo de Alcaucín. Eso no lo hubiéramos tenido en Vélez Málaga ni aunque el Ayuntamiento nos subvencionara con medio millón de euros al año. Sin embargo, a pesar de que era una cita ineludible con el baloncesto de élite comarcal, no vi allí a esos que se abanderan como embajadores de este deporte en Vélez, ni a la antigua directiva, ni al todavía vicepresidente del Club. Están en su derecho de no asistir. Pero el amor al baloncesto y a este club debiera estar por encima de opiniones y preferencias personales.
He escuchado en las dos últimas semanas muchas cosas. Algunas muy desagradables. He oído verdaderas barbaridades por parte de personas que sin conocimiento de causa se atreven a juzgar y acusar. Algunos de ellos compañeros de profesión que dicen apoyar mucho a este club pero que no han sido capaces ni de sacarse un abono de 60 euros. Eso si, luego no dudan en exigir entradas dos por uno para el cine a la entrada del pabellón como si fueran abonados del club. Lo último que he que leer en el magnífico blog de mi amigo Antonio Reyes es que le habíamos quitado al club en las notas de prensa el Axarquía. Buena apreciación sin duda, pero es que por eso el club no deja de ser comarcal, igual que Unicaja no deja de ser de Málaga, ni el Cajasol de Sevilla, ni el Blanes de Almería, ni el DKV deja de ser el Joventud. Eso es precisamente lo que le da categoría de grande a un club de baloncesto. Quizá sea el principio de la profesionalización de este club, porque el equipo ya lo es. Quizá sea el momento de no mirarnos el ombligo localista y soñar con metas más altas. De todos modos lo que si quiero hacer hoy desde este humilde lugar de mis pensamientos, es agradecer a toda la afición al baloncesto su entrega con el Clínicas Rincón Axarquía en el nuevo pabellón de Rincón de la Victoria. A la corporación municipal Rinconera y a los compañeros de Radio Victoria, VTV, Canal 24 horas, Radio Intereconomía, El Eco deportivo, Canal Sur, Axarquía Actualidad, Diario de la Axarquía, Canal Málaga, etc. etc. etc. que estuvieron y contaron la realidad de lo que allí ocurrió. Será sin duda el principio de una gran aventura. Como me confesaba el Presidente de Unicaja, hemos dado un enorme salto de calidad. Os invito a todos a compartir este sueño. Como decía al principio no importa lo que digan, ni cuanto critiquen, ni que se nos acuse de forma injusta de haber hecho un proyecto de baloncesto que ha fracasado, porque el tiempo pone a cada cual en su sitio. Algunos sienten ya envidia sana, otros siguen estancados en un pasado que nunca fue mejor que este presente. En cuanto al futuro, nunca fue tan esperanzador.
Mikel N. Navarro.
Vengo comentando lo mismo desde hace mucho tiempo. Lo he comentado con directivos del club Baloncesto Axarquía, con compañeros de los medios de comunicación de la Axarquía y de Málaga. Lo he debatido en alguna ocasión con responsables de Unicaja e incluso lo he repetido hasta la saciedad con ciertas personas radicalmente opuestas a que el Equipo del Clínicas Rincón Axarquía se fuese a Rincón de la Victoria. "La única salida era irse del municipio veleño".
Se que puede resultar muy doloroso para aquellos pocos que de verdad son aficionados a este bello deporte en Vélez, pero la realidad es que el equipo, los jugadores, el cuerpo técnico, la directiva y la mayoría de los aficionados y abonados del club estábamos cansados de no recibir el apoyo de nadie en el pabellón de Vélez. Ni apoyo económico, ni apoyo de asistencia al mismo. Sé que algún iluminado no ha tenido ni el más mínimo escrúpulo en culpar a esta directiva a la que pertenezco de no saber captar a la gente. Lo cierto es que la vez que más público entró al pabellón fue cuando organizamos el I Torneo Manuel Alcántara con Unicaja y Joventut y en esa ocasión no llegaron a las 1100 personas. Lo digo con conocimiento de causa porque soy responsable del control de acceso. En Rincón de la Victoria el primer día entraron más de 2000 personas, se hicieron una decena de abonados y se recaudaron cerca de 800 euros en rifas y sorteos.
¿Y saben qué? Lo que más me llamó la atención es que estuvieron muchos de nuestros abonados, por lo que aquellos que se quejaban de que no les habíamos consultado ya tienen una respuesta. La mejor que se puede dar. Asistiendo al nuevo pabellón. Y lo hicieron utilizando su propio transporte. Ni un solo aficionado de Vélez se inscribió para lo del autobús. Hasta la fecha de hoy ningún abonado ha solicitado su baja o la devolución del dinero. No sé realmente en que ha podido fracasar esta directiva, como dicen algunos lumbreras con marchamo de informador. Lo que sé, es que irnos a Rincón de la Victoria ha sido la mejor decisión deportiva que ha podido tomar el club. Un club nacido en Vélez pero con vocación comarcal. Y lo ha sido porque jamás en la historia reciente del Club, los jugadores han estado más arropados por su público. Vi gente el sábado de Rincón, de Nerja, de la Cala del Moral, de Málaga, de Torre del Mar, de Vélez Málaga, de Algarrobo, de Torrox, de Nerja e incluso un viejo amigo de Alcaucín. Eso no lo hubiéramos tenido en Vélez Málaga ni aunque el Ayuntamiento nos subvencionara con medio millón de euros al año. Sin embargo, a pesar de que era una cita ineludible con el baloncesto de élite comarcal, no vi allí a esos que se abanderan como embajadores de este deporte en Vélez, ni a la antigua directiva, ni al todavía vicepresidente del Club. Están en su derecho de no asistir. Pero el amor al baloncesto y a este club debiera estar por encima de opiniones y preferencias personales.
He escuchado en las dos últimas semanas muchas cosas. Algunas muy desagradables. He oído verdaderas barbaridades por parte de personas que sin conocimiento de causa se atreven a juzgar y acusar. Algunos de ellos compañeros de profesión que dicen apoyar mucho a este club pero que no han sido capaces ni de sacarse un abono de 60 euros. Eso si, luego no dudan en exigir entradas dos por uno para el cine a la entrada del pabellón como si fueran abonados del club. Lo último que he que leer en el magnífico blog de mi amigo Antonio Reyes es que le habíamos quitado al club en las notas de prensa el Axarquía. Buena apreciación sin duda, pero es que por eso el club no deja de ser comarcal, igual que Unicaja no deja de ser de Málaga, ni el Cajasol de Sevilla, ni el Blanes de Almería, ni el DKV deja de ser el Joventud. Eso es precisamente lo que le da categoría de grande a un club de baloncesto. Quizá sea el principio de la profesionalización de este club, porque el equipo ya lo es. Quizá sea el momento de no mirarnos el ombligo localista y soñar con metas más altas. De todos modos lo que si quiero hacer hoy desde este humilde lugar de mis pensamientos, es agradecer a toda la afición al baloncesto su entrega con el Clínicas Rincón Axarquía en el nuevo pabellón de Rincón de la Victoria. A la corporación municipal Rinconera y a los compañeros de Radio Victoria, VTV, Canal 24 horas, Radio Intereconomía, El Eco deportivo, Canal Sur, Axarquía Actualidad, Diario de la Axarquía, Canal Málaga, etc. etc. etc. que estuvieron y contaron la realidad de lo que allí ocurrió. Será sin duda el principio de una gran aventura. Como me confesaba el Presidente de Unicaja, hemos dado un enorme salto de calidad. Os invito a todos a compartir este sueño. Como decía al principio no importa lo que digan, ni cuanto critiquen, ni que se nos acuse de forma injusta de haber hecho un proyecto de baloncesto que ha fracasado, porque el tiempo pone a cada cual en su sitio. Algunos sienten ya envidia sana, otros siguen estancados en un pasado que nunca fue mejor que este presente. En cuanto al futuro, nunca fue tan esperanzador.
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