ELECCIÓN AMARGA DE JOSÉ BONO COMO PRESIDENTE DEL CONGRESO
A nadie pilló ayer de sorpresa el hecho de que José Bono necesitara de una segunda votación para salir elegido presidente del Congreso de los Diputados. Más sangrante fue, sin embargo que su propio partido le diera la espalda. Dos diputados socialistas no le votaron y el mismísimo Alfonso Guerra declaró que hubiera preferido otro candidato para el puesto.
Mikel N. Navarro
Con muy mal pié ha comenzado la legislatura el exministro José Bono que necesitó de una segunda votación para ser elegido como presidente del Congreso de los Diputados y que además no contó con el voto de dos de sus compañeros de partido. Se trata de un hecho insólito y que ocurre por primera vez en toda la democracia. Jamás un candidato a la presidencia el Congreso necesitó de una segunda votación. La pregunta ahora es evidente. ¿Qué legislatura nos espera si nacionalistas catalanes y vascos no dan su voto a las propuestas del gobierno?
Miedo me dan las posibles respuestas. Si como creo, nos encontramos ante un Zapatero tan dispuesto a ceder de todo a cambio de conseguir sus objetivos, mucho me temo que al final de la legislatura nos encontraremos con un nacionalismo reforzado, envalentonado y mucho más poderoso del que teníamos hasta ahora. Esta reflexión nos lleva además a una muy preocupante conclusión. Es casi una fórmula matemática. A nacionalismos más fuertes, más debilidad en la unidad de este país.
Para aquellos que pudimos pensar tras los resultados electorales que el psoe podría acercar posturas con los populares, más nos valdría ser menos inocentes e incautos. El más claro ejemplo de que nada va a cambiar en la prepotencia de un gobierno en minoría que se cree en posesión de la absoluta, la hemos tenido en las reuniones previas entre Blanco y Zaplana para confeccionar las mesas del congreso. Todo un ejemplo de acercamiento político y espíritu negociador. O cedes o te vas a enterar. Así se hace. Este es el talante al que ya nos tiene acostumbrados Pepiño Blanco. En fin que tenemos más de los mismo, solo que ahora peor porque al PP ni siquiera se le escucha protestar. Menudo panorama.
Mikel N. Navarro
Con muy mal pié ha comenzado la legislatura el exministro José Bono que necesitó de una segunda votación para ser elegido como presidente del Congreso de los Diputados y que además no contó con el voto de dos de sus compañeros de partido. Se trata de un hecho insólito y que ocurre por primera vez en toda la democracia. Jamás un candidato a la presidencia el Congreso necesitó de una segunda votación. La pregunta ahora es evidente. ¿Qué legislatura nos espera si nacionalistas catalanes y vascos no dan su voto a las propuestas del gobierno?
Miedo me dan las posibles respuestas. Si como creo, nos encontramos ante un Zapatero tan dispuesto a ceder de todo a cambio de conseguir sus objetivos, mucho me temo que al final de la legislatura nos encontraremos con un nacionalismo reforzado, envalentonado y mucho más poderoso del que teníamos hasta ahora. Esta reflexión nos lleva además a una muy preocupante conclusión. Es casi una fórmula matemática. A nacionalismos más fuertes, más debilidad en la unidad de este país.
Para aquellos que pudimos pensar tras los resultados electorales que el psoe podría acercar posturas con los populares, más nos valdría ser menos inocentes e incautos. El más claro ejemplo de que nada va a cambiar en la prepotencia de un gobierno en minoría que se cree en posesión de la absoluta, la hemos tenido en las reuniones previas entre Blanco y Zaplana para confeccionar las mesas del congreso. Todo un ejemplo de acercamiento político y espíritu negociador. O cedes o te vas a enterar. Así se hace. Este es el talante al que ya nos tiene acostumbrados Pepiño Blanco. En fin que tenemos más de los mismo, solo que ahora peor porque al PP ni siquiera se le escucha protestar. Menudo panorama.
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