SOSPECHOSOS APEGOS A LA POLTRONA

 El Conde de Chesterfield dijo en el Siglo XVIII que si algún día te propones mandar con dignidad, debes antes servir con diligencia. Lástima que muchos de nuestros mandatarios no conozcan este razonamiento y mucho menos a Philip Dormer Stanhope, político y escritor inglés. Quizá sea una cuestión de cultura, de ética o simplemente de sentido común, pero lo cierto es que a ciertos personajes de la política comarcal no les importa nada de esto con tal de intentar mantener sus posaderas en el sillón de su correspondiente alcaldía.

 




Mikel N. Navarro



Leo con verdadero estupor en Diario Sur que el alcalde de Canillas de Aceituno, José Manuel Aranda, ha creado un nuevo partido independiente para concurrir a los próximos comicios electorales. El hasta el momento alcalde socialista de Canillas, se presenta a pesar de estar condenado por la Audiencia de Málaga a nueve años de inhabilitación por un delito de prevaricación urbanística, algo que le debe parecer baladí a Aranda ya que su argumentación es que puede presentarse como candidato porque aun no ha sido ordenada la ejecución de la sentencia y además tiene presentado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por vulneración de derechos fundamentales.

No debe estar tan seguro el todavía alcalde canillero, cuando en lugar de intentar volver bajo las siglas del PSOE, con las que ha estado en el cargo los últimos doce años, lo hace con un partido independiente inventado por él mismo. Eso si, parece dejar la puerta abierta a la negociación con sus ex-compañeros de partido, ya que estaría dispuesto a ser candidato por el PSOE pero como independiente según sus declaraciones en Diario Sur.

Imagen de José Manuel Aranda
José Manuel Aranda debería recapacitar muy en serio sobre la negativa repercusión que esta decisión va a provocar en la opinión que sobre su persona tienen sus vecinos. Es lógico que Aranda esté convencido de su inocencia, aunque la fiscalía y la judicatura no sean de la misma opinión, pero la única lectura que se puede sacar ante su empecinamiento por volver al ruedo político no es otra que su apego al sillón de la alcaldía. Eso sin tener en cuenta el problema en el que acaba de meter al propio Partido Socialista.

Asistimos una vez más al peor de los escenarios posibles en un estado democrático. Escenarios donde los personajes no saben reconocer el final de sus libretos y vuelven una y otra vez tras el telón en busca de la ovación de un público cansado de aplaudir a títeres de pandereta. El del alcalde condenado de Canillas de Aceituno es sólo un ejemplo más. Hace unas semanas ya hablábamos también aquí del ex-alcalde imputado de Alcaucín, José Manuel Martín Alba, que también tiene previsto presentarse a las elecciones en su localidad, también con un partido independiente, también creado por él mismo. Mismo guión, mismas circunstancias, misma conclusión.

Al final, se mire por donde se mire, este tipo de actitudes en política sólo demuestran sospechosos apegos a la poltrona y eso tiene mal cartel electoral. Si es cierto eso que dicen de que la alternancia política fecunda el suelo de la democracia, en Alcaucín y en Canillas de Aceituno se necesita de un abono urgentísimo. Como dije en anteriores entradas en este blog, sólo los vecinos de Alcaucín o en este caso de Canillas de Aceituno, tienen la potestad de poner a cada cual en el sitio que se merece.







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