OTRO APORTE POÉTICO
Sois muchos los que me habéis pedido a través de la red, del correo electrónico e incluso en persona que publique de vez en cuando algunos de mis poemas. Todo fue a raíz de una entrada en este blog con motivo del Día Internacional de la Poesía. Para aquellos que sois más aficionados a la poesía os adelanto que ya estoy trabajando en un libro de poemas que espero poder publicar después del verano y que llevará por título "Poemas en tu nombre". A modo de ejemplo he extraído uno de ellos. Espero que os guste.
Mi alma
Entre profundos valles y enormes cumbres,
Y le gusta permanecer allí callada y quieta,
esperando tal vez un nuevo renacer distinto.
Quizás otra alma apasionadamente cierta,
que despierte en su ser lo mejor de su instinto.
El alma que respira y vive en mi interior,
se suele asomar al umbral de mis sueños,
siempre exigente, altiva y sin temor
a sabiendas de que jamás seré su dueño.
El alma que late y habita en mí,
se alimenta a diario de detalles pequeños,
de minúsculos retazos de mí,
de ilusiones nuevas y desalientos viejos.
Y así estaba mi alma, tan bien, acomodada,
dormida, acurrucada en su eterno invierno.
Tranquila y sola, casi desalmada,
dueña y señora del interior de mi cuerpo.
Y entonces sucedió, aparecieron tus ojos,
iluminando valles, cumbres y puertos,
recovecos, cuencas y abismos quietos.
Y tras tus ojos apareció tu alma,
Mikel N. Navarro
Mi alma
Entre profundos valles y enormes cumbres,
en esos recónditos recovecos de uno mismo,
mi alma suele tener por costumbre,
aletargarse en infinitas cuencas y oscuros abismos.mi alma suele tener por costumbre,
Y le gusta permanecer allí callada y quieta,
esperando tal vez un nuevo renacer distinto.
Quizás otra alma apasionadamente cierta,
que despierte en su ser lo mejor de su instinto.
El alma que respira y vive en mi interior,
se suele asomar al umbral de mis sueños,
siempre exigente, altiva y sin temor
a sabiendas de que jamás seré su dueño.
El alma que late y habita en mí,
se alimenta a diario de detalles pequeños,
de minúsculos retazos de mí,
de ilusiones nuevas y desalientos viejos.
Y así estaba mi alma, tan bien, acomodada,
dormida, acurrucada en su eterno invierno.
Tranquila y sola, casi desalmada,
dueña y señora del interior de mi cuerpo.
Y entonces sucedió, aparecieron tus ojos,
iluminando valles, cumbres y puertos,
recovecos, cuencas y abismos quietos.
Y tras tus ojos apareció tu alma,
y la mía despertó a un tiempo,
rompiendo esquemas quietud y calma.
Tornando el gris de su estampa,
en un millón de colores nuevos.
Comentarios
...¿eso sale de tu puño y letra?. Lo haces genial!!!
Espero que tengas mucha suerte con ese próximo libro de poemas..
Un saludo!