EL TEST DE NOLAN

Dicen que en los momentos más duros, más adversos, es donde afloran las grandes personas, las proezas, los actos inusuales. Es cierto. Sin embargo en esos momentos también quedan al descubierto otro puñado de seres que no saben muy bien donde ubicar sus miserias y emergen de las más profundas cloacas confirmando que existe un submundo parecido al nuestro donde conviven todo tipo de especies urbanas poniendo en entredicho principio, valor e ideología.





 
Mikel N. Navarro





Es cierto. No es posible posicionarse en esta vida si no eres capaz de conocer tus propios principios, tu propia ideología. Para aquellos a los que, de una u otra forma, os asalte algún tipo de duda sobre vuestra ideología política, os dejo este enlace http://www.p-lib.es/test-nolan/ en el que en unos minutos podréis hacer el Test de Nolan. No es ninguna tontería. Uno puede tener claro si está más a la derecha que a la izquierda o viceversa pero quizá no tanto si están tanto más a un lado que al otro. Para los que hayan caído en la tentación de decir "yo soy apolítico" le recordaré aquella antigua sentencia de Aristóteles, "el hombre es un animal político".


Gráfica del Test de Nolan

El mini-test político de Nolan nace en 1970, cuando David Nolan, cansado de que los estadounidenses no supieran si eran liberales o conservadores, decidió identificar la filosofía política de éstos a través de dos escalas en un test: la personal y la libertad económica. Esta gráfica fue publicada por primera vez en 1971. En Estados Unidos, Marshall Fritz y los defensores del auto-gobierno popularizaron el test durante los años ochenta y perfeccionaron las preguntas para separar en el resultado del test a los liberales y autoritarios de socialdemócratas y conservadores.

En fin hago esta introducción con el único propósito de intentar adentrarme en ese submundo del que les hablaba al principio, que lejos de adornos literarios, está más presente en nuestra sociedad de lo que en realidad pensamos. Es esa falta de ideologías, esa equivocada conclusión de que ya no existen ideales definidos lo que convierte a esa importante porción de nuestra sociedad, en una masa impredecible, inestable y tremendamente peligrosa. Son un iceberg a la deriva. Parte de la culpa de lo que ocurre actualmente en nuestro entorno podría achacarse a la “casta política” y sus privilegios. Sin embargo culpar exclusivamente a los políticos de todos los males de nuestra sociedad es una necedad muy socorrida, sobre todo para aquellos que nunca han sobrepasado la línea que separa el umbral de su sofá de la implicación social o política. Son esos que no saben muy bien donde están pero que no les importa porque su falta de valores, de principios, de ideología, les condena a ser meros espectadores con vocación para ejercer de capitanes araña si llega el momento. Son necios que fueron educados por necios, mentecatos que reproducirán y engendrarán copias clónicas de estúpidos aún más necios que los anteriores. Lo malo de los necios es que nunca cambian de opinión que es lo contrario de lo que les pasa a los sabios. Son los aprovechados, los que pescan siempre en río revuelto y manejan las masas y movimientos cual rabadán. Ya que comencé esta entrada haciendo referencia a una frase de Aristóteles, acabaré también con otra suya referente al movimiento, muy vigente en nuestra sociedad actual, “Todo lo que se mueve es movido por otro”. Estos griegos tenían mucho de visionarios.




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